El arte como educación
Yaniris López
La sociedad reconoce el trabajo y las cualidades del artista, su sensibilidad, su imaginación para la creación de obras que se observan, que se tocan, que se escuchan, que se interpretan, que conmueven y que marcan el paso del hombre por la tierra.
¿Pero es el arte sólo una disciplina, una actividad enfocada en la producción de piezas o actividades cuyo destino final es el mercado, la apreciación, el consumo? ¿O es, en cambio, un concepto al que se le puede sacar provecho en todos los ámbitos de la educación y la obtención de conocimientos? Un grupo de artistas y educadores de diferentes países que piensa que el arte es mucho más que un medio de expresión creó un proyecto que plantea, precisamente, un nuevo enfoque de la educación artística. Lo llamaron Arte como Educación (ACE).
El proyecto promueve una filosofía y un modelo pedagógico que pretende infundir en cualquier ámbito educativo los procesos de pensamiento detrás del quehacer artístico.
Estos procesos, explican sus miembros a LISTÍN DIARIO, incluyen el pensamiento flexible e innovador y la formulación y resolución de problemas.
“Son habilidades que consideramos esenciales para la educación en el siglo XXI y el éxito en general”, dicen. El mentor de ACE, el artista uruguayo con residencia en Nueva York, Luis Camnitzer, es considerado una figura líder del conceptualismo latinoamericano y un crítico de los métodos que se utilizan actualmente en la enseñanza del arte.
Los fundamentos teóricos y antecedentes metodológicos de la filosofía ACE tienen más de 10 años y se formó bajo el nombre Arte como Educación en 2013.
La meta del proyecto es aportar para una educación autónoma y de calidad, en cualquier ámbito, ajustada a las necesidades del siglo XXI. “Es decir, queremos preparar al individuo para que sea capaz de discernir críticamente la información que recibe a través de los medios de comunicación.
Esto significa que pueda hacer conexiones libres más allá del pensamiento disciplinario. Nuestro propósito no es el de enseñar arte o de formar artistas, sino de incorporar los procesos de especulación e imaginación que hasta este momento estuvieron reservados al arte, para enriquecer todo el proceso cognitivo y educativo”.